"Mientras que muchas variedades de plantas circulan por todo el mundo en forma de datos genéticos más libremente que nunca, en algunos países el intercambio físico tradicional de semillas reales
En África occidental, más del 80% de las semillas utilizadas por las comunidades campesinas provienen de especies y variedades tradicionales y se seleccionan, guardan, utilizan e intercambian de acuerdo a costumbres antiguas. Las comunidades campesinas mantienen una enorme diversidad de especies y variedades a través de sus sistemas de semillas, que son la base de una alimentación y nutrición ricas y diversas.
Mientras tanto, el sistema comercial, promovido por estados poderosos, corporaciones y fundaciones filantrópicas, necesita comprar semillas y otros insumos. Esto, combinado con las restricciones legales y / o tecnológicas sobre el ahorro y uso de semillas, hace a las y los campesinos cada vez más dependendientes poniendo en peligro sus propios sistemas.
El espectacular fracaso del algodón GM en Burkina Faso arroja luz sobre las consecuencias de un sistema de producción dominado por unas pocas empresas que transforma a las comunidades campesinas en receptores pasivas de semillas y agroquímicos, mientras que sus actividades agrícolas están restringidas por exclusivos derechos protegidos por patentes.
Los derechos de los y las campesinas a las semillas y la biodiversidad están garantizados por el derecho internacional, incluido el marco general de derechos humanos y el Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura. Sin embargo, estos derechos no se están implementando porque los estados han centrado sus esfuerzos en aprovechar el régimen de propiedad intelectual, que limita el acceso y el uso de semillas por parte del campesinado. Las leyes actuales en África occidental dejan el estatus de las semillas de los campesinos y su manejo en una zona gris, lo que los expone a la biopiratería y los confina a los llamados sistemas de semillas "informales". Al mismo tiempo, las políticas nacionales y subregionales promueven la producción industrial de semillas comerciales y el establecimiento de un sector comercial de semillas.
Los movimientos sociales y las organizaciones campesinas en África occidental se están movilizando para proteger sus semillas y promover sus derechos a través de leyes y políticas basadas en la agroecología, la soberanía alimentaria y el derecho a la alimentación.