Un niño que muere de hambre, muere asesinado
Un año tras la muerte de una niña chortí, la sociedad civil alerta que una gran parte de la niñez guatemalteca podría continuar por el mismo camino.
Hace un año, tras varias semanas hospitalizada y ser sometida a numerosas intervenciones, una niña de 8 años del municipio de Camotán, Mavelita Lucila Interiano Amador, fallecía en el Hospital Roosevelt en Ciudad de Guatemala. Durante meses su familia había tratado por todos los medios de recibir atención adecuada por parte del Estado de Guatemala, la cual solamente se le brindó cuando ya era demasiado tarde. Mavelita falleció aun siendo beneficiaria de sentencias judiciales orientadas a la protección y restitución de sus derechos.
La muerte de Mavelita “pudo ser prevenible”, como denuncia la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en su informe de 2017 sobre la “Situación de derechos humanos en Guatemala.” Con un mensaje similar, el antiguo Relator Especial del Derecho a la Alimentación de Naciones Unidas (NNUU), Jean Ziegler, aseveraba ante la Asamblea General de NNUU que «un niño que muere de hambre muere asesinado«.
El caso de Mavelita no es aislado en Guatemala, donde la mitad de la niñez padece de desnutrición crónica, a pesar de que la legislación nacional establece mecanismos para garantizar su derecho a la alimentación y nutrición adecuada, y asegurar protección en situaciones de riesgo alimentario. Y es que la falta de acceso a una alimentación, vivienda y saneamiento adecuados, así como problemas en la gestión de la salud pública, pueden ser causas mortales para niños y niñas que padecen desnutrición Las cifras son aún más altas para la población indígena y rural, lo que también deja patente la discriminación estructural e histórica contra estos grupos.
En el aniversario del fallecimiento de Mavelita, y ante la creciente criminalización de defensores y defensoras de derechos humanos, organizaciones sociales de Guatemala e internacionales instan al Estado de Guatemala a cumplir de manera plena e integral las sentencias por los casos de desnutrición infantil de Camotán y asegurar la no repetición.
Puedes acceder al comunicado aquí