La Sociedad Civil insta a salvaguardar la integridad de la OMS
La sociedad civil ha expresado su preocupación en torno a la última versión del Marco para la Colaboración con Agentes No Estatales, ya que la misma “legitima la influencia indebida de los sectores corporativos y de las iniciativas filantrópicas de las empresas”.
En una carta abierta, diversos grupos de la sociedad civil y de los movimientos sociales han abordado en la reunión número 138 del Consejo Ejecutivo de la Asamblea Mundial de la Salud las cuestiones esenciales que suponen la integridad, la independencia y la credibilidad de la Organización Mundial de la Salud (OMS), así como su capacidad para cumplir con su mandato constitucional.
Las negociaciones en los órganos de gobierno de la OMS en torno al denominado Marco para la Colaboración con Agentes No Estatales (FENSA por sus siglas en inglés) se vienen desarrollando durante los últimos cuatro años. Aunque se pretende que el Marco proporcione unas salvaguardas robustas para la salud mundial frente al creciente número de agentes no estatales, la sociedad civil opina que el último borrador del mismo “legitima la influencia indebida de los sectores corporativos y de las iniciativas filantrópicas de las empresas”.
Las organizaciones firmantes subrayan que, a causa de la reducción en la financiación que los Estados Miembros de la ONU proporcionan a la OMS, esta última ha aumentado su dependencia de las contribuciones voluntarias de los principales Estados donantes, del sector privado y de las entidades filantrópicas. La misiva señala que “Los Estados Miembros deben considerar la legitimidad de la financiación de la OMS a manos de las empresas, así como los impactos generados por este modelo sobre el mandato constitucional y las funciones de dicha organización”.
El Consejo Ejecutivo está en la actualidad dirigiendo la reunión número 138 de la Asamblea Mundial de la Salud (25-30 de enero).
Pueden leer la carta abierta aquí (en inglés).
NOTAS PARA LOS EDITORES:
– El Consejo Ejecutivo está integrado por 34 personas técnicamente calificadas en el campo de la salud, cada una de ellas designada por un Estado Miembro elegido por la Asamblea Mundial de la Salud para que realice dicha designación. Las principales funciones del Consejo Ejecutivo consisten en dar efecto a las decisiones y políticas de la Asamblea de la Salud, en asesorarla y, de manera general, en facilitar su trabajo.