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¡Igualdad en el derecho a la tierra para las mujeres en todo el mundo!

Heidelberg, 07.03.2011 - Con ocasión del centenario del Día Internacional de la Mujer, FIAN reclama la igualdad en el derecho a la tierra para las mujeres de todo el mundo. El acceso a tierras y su control son uno de los medios más importantes para los hombres y las mujeres en las zonas rurales que deben realizar su derecho a la alimentación.

Sin embargo, prácticas discriminatorias han marginalizado a mujeres, especialmente en lo relativo a recursos como tierras, el agua y las semillas. Por lo tanto, el hambre y la malnutrición afectan a las mujeres de manera desproporcionada.

El acceso a la tierra es un prerrequisito para los medios de subsistencia de las mujeres de zonas rurales, como demuestra el caso de las 200 mujeres del “Movimiento del 10 de junio” en la costa atlántica de Honduras. En el 2001, las mujeres ocuparon una tierra sin cultivar que pertenecía a la Universidad Nacional Hondureña y reclamaron que el Estado les otorgara la tierra.

FIAN ha acompañado a las mujeres durante años de lucha, desalojos y resistencia. El 1 de marzo, una misión investigadora internacional, que incluía a FIAN Internacional y el Centro hondureño para los derechos de las mujeres, visitaron a las mujeres que finalmente recibieron la noticia del Instituto nacional agraria de que se les concedería los títulos de las tierras para el 16 de febrero 2011. 

A pesar del anuncio, el Instituto agrario ahora sostiene que debido a una decisión reciente del Tribunal Supremo la tierra no les será concedida. No obstante, la decisión del Tribunal Supremo no impide necesariamente la cesión de los títulos de las tierras.

El 1 de marzo, las mujeres decidieron comenzar otra iniciativa de abogacía para finalmente conseguir los títulos de propiedad y pidieron al equipo de la misión investigadora internacional su apoyo al trabajo de abogacía con una declaración pública.  

“La lucha por la igualdad en el derecho a la tierra para estas mujeres se ha convertido en un ejemplo para el movimiento campesino en Honduras y en toda América Central. Ahora ellas sólo necesitan un último paso para lograrlo y celebrar el décimo aniversario en sus propias tierras», explicó Martin Wolpold-Bosien, oficial para América Central en el Secretariado Internacional de FIAN.

Según la ONU, las mujeres rurales son propietarias de sólo el dos por ciento de las propiedades en el mundo en desarrollo, y se estima que mujeres en África reciben menos del diez por ciento de todos los créditos destinados a pequeños agricultores. Sin embargo, las mujeres constituyen el 70 por ciento de la mano de obra agrícola y producen el 80 por ciento de los alimentos en los países afligidos por el hambre y la malnutrición.

Por lo tanto, FIAN se preocupa sobre todo por las tendencias actuales que empeorarán la situación de las mujeres: Masivos y recientes acaparamientos de tierras que afectan a millones de hectáreas en beneficio de intereses privados o terceros – bien por motivos de alimentación, energía, especulación o cualquier otro – violan los derechos humanos, y privan de sus medios de subsistencia en particular a las mujeres de comunidades locales, indígenas, campesinas, ganaderas y pescadoras.

El acceso limitado o restringido a recursos naturales empeora la situación precaria de las mujeres rurales. “El auge reciente de acaparamiento de tierras amenaza con agravar aún más la discriminación existente contra las mujeres en términos de igualdad en el acceso a la tierra y a los recursos naturales», declara Sofía Monsalve, coordinadora de los asuntos de tierras en FIAN Internacional.

Blanca Portillo, líder del «Movimiento de las mujeres del 10 de junio», destacó en la reunión con la misión investigadora internacional: “Nuestra lucha está por el derecho a la tierra, nuestro derecho a la alimentación, por nuestro futuro y él de nuestros/-as hijos/-as”. “Ha llegado la hora de reconocer a las mujeres como actores claves en las zonas rurales viéndolas como titulares de derechos en lo relativo a las negociaciones y la toma de decisiones políticas relacionadas con la política agraria», concluye Sofía Monsalve.