"El tratado representa la esperanza de poner fin a la infraestructura del abuso e impunidad corporativa, que actualmente arrastra a las comunidades y al medio ambiente hacia la indefensión y la d
La iniciativa hacia un instrumento internacional vinculante de derechos humanos para regular las actividades de las empresas transnacionales (ETN) ha sido fuertemente impulsada por los movimientos sociales y las organizaciones de la sociedad civil de todo el mundo. Estos han estado denunciando los abusos los derechos humanos de parte de corporaciones, como el acaparamiento de tierras, la contaminación de los recursos naturales y las condiciones de trabajo en condiciones similares a la esclavitud, así como señalan la falta de mecanismos vinculantes significativos que permitan a las personas y comunidades acceder a la justicia. Además, la inclusión de grupos feministas al movimiento, ha permitido abordar los impactos específicos que las operaciones corporativas tienen en la vida cotidiana de las niñas y las mujeres.
Debido a su importante poder económico y accionar a través de complejas estructuras transnacionales, las ETN pueden obviar muchas responsabilidades. Es este estado de impunidad evidente para las personas y comunidades afectadas lo que llevó al Consejo de Derechos Humanos de la ONU a crear un grupo de trabajo intergubernamental, de composición abierta, con el mandato de elaborar un tratado sobre ETN, otras empresas comerciales y derechos humanos. Recientemente se publicó un borrador de tratado que servirá de base para las negociaciones, que comenzaron en octubre de 2018.