Basta ya de promesas en vano: No podemos aguantar mas hambre
Roma, 01/06/08 - A la víspera de la Conferencia de Alto Nivel sobre la Seguridad Alimentaria Mundial en Roma, los campesinos, pescadores, indígenas y las organizaciones no gubernamentales (ONGs) declararon el estado de emergencia de los pueblos.
«Los gobiernos y las organizaciones intergubernamentales deben que abstenerse de adoptar cualquier medida que pueda violar el derecho a la alimentación y provocar mas hambre», declara Flavio Valente de FoodFirst Information and Action Network (FIAN), la organización internacional de derechos humanos por el derecho a la alimentación. «Las revueltas en torno al hambre que se han producido en los últimos meses demuestran que el problema del hambre no puede esperar mas a una solución. Se necesita una respuesta inmediata. Esto es lo que todo el mundo espera de la Cumbre sobre la Alimentación que tendrá lugar en Roma.»
Bajo el lema «que no se repitan los ‘errores de siempre'», 800 organizaciones de todo el mundo hacen un llamamiento a que se realice un cambio radical en las políticas agrícolas teniendo en cuenta la capacidad de los campesinos a pequeña escala y de la población de sus países para alimentarse «Algunos gobiernos y el Banco Mundial intentan aprovechar la crisis alimentaria para impulsar la liberalización comercial, a fin de posibilitar la importación de alimentos a bajo precio», comenta Daniel Gómez de FIAN Países Bajos. «La cumbre debe enviar un mensaje claro de que no necesitamos más de la misma medicina, que mina las capacidades de los países pobres para producir sus propios alimentos.»
La versión preliminar de la declaración oficial de la cumbre hace un llamamiento al «diálogo orientado a resultados» sobre el impacto de los agrocombustibles en la seguridad alimentaria. «Sería una vergüenza para la comunidad internacional hacer llamamientos al diálogo erróneos y no especificados. Necesitamos detener inmediatamente cualquier promoción pública de la producción de agrocombustibles que ponga en peligro el derecho a la alimentación» afirma Eneias da Rosa de FIAN Brasil. «En Brasil, los efectos adversos de la producción a gran escala de agrocombustibles son evidentes y están bien documentados: El desalojo de comunidades locales que producen alimentos, el trabajo en condiciones de esclavitud en las plantaciones de azúcar y soja, la explosión de precios en mercados locales y la deforestación, que agravará aún más el cambio climático.»
«FIAN agradece el nuevo compromiso de los Estados y las agencias de desarrollo a promover la agricultura en el Sur», señala Ujjaini Halim de FIAN Bengala Occidental. «Sin embargo, el respaldo de la FAO para llevar a cabo una nueva revolución verde en África es un juego peligroso. Como demuestra la experiencia India, esta estrategia crea un mercado para compañías transnacionales de semillas como Monsanto y aumenta al mismo tiempo la dependencia de los pequeños campesinos de insumos costosos y no sostenibles para el medio ambiente. La FAO debe tomarse en serio las Directrices Voluntarias sobre el derecho a la alimentación, aprobadas formalmente por sus Estados Miembros en 2004. Los productores a pequeña escala deben ser sujetos de su propio desarrollo.»
Flavio Valente concluye: «Recordamos a los gobiernos reunidos en Roma durante estos días que la alimentación adecuada es un derecho humano. La adopción de las medidas necesarias para luchar contra el hambre no es simplemente cuestión de caridad, sino una obligación clara de derecho internacional.»