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La UE ha de frenar y evitar el acaparamiento de tierras

Mientras la autorregulación de las empresas y los esquemas de responsabilidad social corporativa resultan insuficientes para abordar los derechos humanos en casos de acaparamiento de tierras, una nueva publicación señala el conjunto de actuaciones políticas que la UE y sus estados miembros han de aplicar.

Al mismo tiempo que el papel de la UE y de sus estados miembros ha recibido una menor atención que el rol de  países inversores tales como China y los estados del Golfo en el acaparamiento de tierras a nivel mundial, el informe “Acaparamiento de tierras y derechos humanos: El papel de la UE en el extranjero” muestra cómo los actores de la UE juegan un papel fundamental en los acuerdos sobre tierras y en los abusos de derechos humanos fuera de Europa. La publicación identifica cinco mecanismos clave en los que los actores de la UE están involucrados en el acaparamiento de tierras y traza las obligaciones extraterritoriales de derechos humanos que requieren la intervención urgente por parte de la UE y sus estados miembros.

Varios casos en todo el mundo muestran cómo los actores de la UE están involucrados en casos de acaparamiento de tierras relacionados con abusos de los derechos humanos – incluso si no son visibles a primera vista. Además, las crecientes y complejas redes de inversiones integran y conectan múltiples actores involucrados en el diseño, financiación y puesta en marcha de inversiones relacionadas con el acaparamiento de tierras. Muchos de los negocios de tierras que involucran a diversos actores – financieros, empresariales, públicos, privados – están conectados entre ellos y con la UE de muchas maneras. El estudio subraya la contribución de las instituciones financieras de desarrollo de la UE en el acaparamiento de tierras a nivel mundial.

La respuesta de la UE al acaparamiento de tierras es insuficiente para cumplir con sus obligaciones en materia de derechos humanos. La publicación señala una serie de actuaciones necesarias para confrontar el acaparamiento de tierras y para contribuir de un modo proactivo a la consecución universal de los derechos humanos. La regulación efectiva de las corporaciones y de los inversores financieros es la pieza clave del puzle.

El documento, publicado por FIAN y la Alianza Hands on the Land for Food Sovereignty (‘Manos en la Tierra por la Soberanía Alimentaria’ en su traducción en español), es la versión resumida de un estudio encargado por el Parlamento Europeo.

Puedes acceder a la publicación aquí.