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(Casi) todo lo que necesitas saber sobre la Cumbre sobre los sistemas alimentarios

Examinando y digiriendo lo que hay detrás de la polémica Cumbre sobre Sistemas Alimentarios de la ONU de 2021

Por FIAN Internacional y A Growing Culture.

Tras dos años de preparativos, la Cumbre sobre Sistemas Alimentarios de las Naciones Unidas (UNFSS) se celebrará el 23 de septiembre. La Cumbre declara que su objetivo es "sentar las bases para la transformación de los sistemas alimentarios mundiales con el fin de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030."

Parece prometedor. Pero la Cumbre se ha visto envuelta en la polémica prácticamente desde su inicio. Hemos desglosado las preguntas y respuestas más importantes sobre la Cumbre para aclarar exactamente en qué consisten las controversias y ofrecer algunas formas de participar en la respuesta.

Q. ¿QUÉ SON LOS SISTEMAS ALIMENTARIOS?

Las conversaciones sobre los alimentos se han centrado predominantemente en el aumento de la producción. Durante décadas, el aumento del rendimiento y la integración en el mercado mundial se han vendido como soluciones al creciente problema del hambre; soluciones que nunca han abordado las causas fundamentales del hambre.

Más recientemente, el debate se ha centrado en los sistemas alimentarios. Se trata de un enfoque más holístico para hablar de los alimentos, porque los sistemas alimentarios no se refieren únicamente a lo que comemos. La forma en que se producen y consumen los alimentos repercute en el medio ambiente, la calidad de vida, la identidad cultural y el patrimonio.

Los sistemas alimentarios incluyen a todo el mundo, porque nuestras vidas están inseparablemente ligadas a los alimentos. Al examinar todas las actividades, desde la producción hasta el consumo, podemos empezar a plantear preguntas más profundas sobre la relación entre los alimentos y el poder: quién decide qué alimentos se producen, cómo se producen, cómo se distribuyen, cómo se comercializan y quién tiene acceso a ellos. En la actualidad (e históricamente), un pequeño puñado de estados poderosos y grandes corporaciones tienen la gran mayoría del poder en estas decisiones.

Algunos siguen intentando ser apolíticos cuando hablan de alimentos, tratando el hambre como si no fuera más que una ecuación que hay que resolver. Sin embargo, cuando hablamos de sistemas alimentarios, no podemos ignorar a las comunidades cuyas vidas y medios de subsistencia se ven afectados cada día por la consolidación del poder empresarial. Esto hace que los sistemas alimentarios sean un marco más prometedor para ir más allá del productivismo agrícola y de las soluciones basadas en el mercado y abordar los verdaderos problemas que hay detrás del hambre.

Q. ¿TODO EL MUNDO SE REFIERE A LO MISMO CUANDO HABLA DE SISTEMAS ALIMENTARIOS?

En resumen, no. Para muchos, la dolorosa historia de nuestros sistemas alimentarios es algo que prefieren ignorar. Es más fácil fingir que nuestros problemas pueden resolverse en un laboratorio o mediante una nueva tecnología, en lugar de aventurarse en el territorio de los legados coloniales, las reparaciones, la soberanía y los sistemas de poder, privilegio y explotación.

Hay muchos sistemas alimentarios diferentes en el mundo: los sistemas alimentarios locales, campesinos o indígenas, basados en la producción de alimentos a pequeña escala y arraigados en los mercados y la economía territoriales, así como el sistema alimentario industrial global incrustado en largas y distantes cadenas de valor, y los grandes supermercados.

Las tensiones entre los sistemas alimentarios locales y el sistema alimentario industrial global suelen ser ignoradas en los debates internacionales sobre los sistemas alimentarios, ya que las necesidades y el funcionamiento de los sistemas alimentarios locales contradicen el avance y los intereses de las grandes corporaciones agroalimentarias. En esencia, la mayoría de la gente habla del sistema alimentario en singular (es decir, del sistema alimentario dominante e industrial), en lugar de debatir realmente sobre sistemas alimentarios que tengan en cuenta la pluralidad de los diferentes enfoques y subsistemas que caracterizan la forma en que producimos y consumimos los alimentos.

Aunque la lente de los sistemas alimentarios podría ofrecer un cambio de paradigma y reconocer los sistemas alimentarios como un bien público, el uso dominante del enfoque trata de imponer el statu quo del modelo de producción y distribución de alimentos industrial, globalizado y controlado por las empresas, dejando de lado los derechos humanos e impidiendo vías de transformación reales hacia la agroecología y la soberanía alimentaria.

Lamentablemente, la Cumbre de la ONU sobre los sistemas alimentarios también está diseñado bajo este marco dominante de los sistemas alimentarios.

Q. ¿POR QUÉ ES CONTROVERTIDA LA CUMBRE SOBRE SISTEMAS ALIMENTARIOS DE LA ONU?

Las Naciones Unidas son el organismo internacional que permite a los gobiernos intercambiar ideas y debatir sobre cuestiones globales. Han organizado la Cumbre sobre Sistemas Alimentarios con el fin de reajustar las prioridades políticas y las acciones para construir sistemas alimentarios más justos, saludables y sostenibles.

Sin embargo, la Cumbre está organizada de una forma que no puede cumplir estos objetivos. Las soluciones reales para apoyar la justicia social y la salud ambiental -soluciones que las comunidades han estado exigiendo durante décadas- están quedando en segundo plano frente a los intereses de las poderosas corporaciones. Métodos como la agroecología, que reconoce la vitalidad de las prácticas indígenas tradicionales y mantiene la autosuficiencia de las comunidades al tiempo que preserva la biodiversidad, han sido dejados de lado.

La digitalización, la modificación genética, la agricultura de precisión y otros enfoques basados en la química, el capital y los combustibles fósiles están ocupando el centro del escenario, porque estas "soluciones" son las más rentables para las empresas (a expensas del medio ambiente y de los medios de vida de los campesinos).

Q. ¿QUIÉN ESTÁ A CARGO DE LA CUMBRE?

Poderosos gobiernos del Norte y grandes empresas están detrás de la cumbre. La Cumbre se inició justo después de que las Naciones Unidas firmaran una acuerdo estratégico con el Foro Económico Mundial (FEM), una plataforma de las 1.000 principales corporaciones, y los primeros documentos indicaban al FEM como coorganizador de la cumbre.

Agnes Kalibata, presidenta de la Alianza para una Revolución Verde en África (AGRA), fue nombrada Enviada Especial para la Cumbre. Esto ha sido otra fuente de controversia, porque AGRA es una organización, financiada por las fundaciones Bill y Melinda Gates y Rockefeller (así como por muchos gobiernos), que promueve un enfoque de la agricultura de alta tecnología y alto coste, muy dependiente de los insumos agroquímicos y los fertilizantes. Han estado a la vanguardia de las leyes y políticas de semillas depredadoras que marginan y privan de derechos a los campesinos a gran escala. A pesar de los 1.000 millones de dólares de financiación, la inseguridad alimentaria ha aumentado un 30% en los países en los que operan.

Los intentos de tender puentes con las organizaciones de la sociedad civil han fracasado. En las sesiones con grupos de la sociedad civil, la Sra. Kalibata ha demostrado no conocer los crecientes movimientos liderados por campesinos que reclaman métodos agrícolas tradicionales como vías prometedoras para un sistema alimentario más sostenible. Estos grupos no se sienten vistos ni escuchados, y sus preocupaciones sobre el nombramiento de la Sra. Kalibata fueron ignoradas.

Otras plataformas impulsadas por las empresas, como el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WCBSD), las iniciativas de múltiples partes interesadas, como la Alianza Mundial para la Mejora de la Nutrición (GAIN) y Scaling-Up Nutrition (SUN), las principales empresas filantrópicas, como Rockefeller, Gates, EAT y la Fundación Stordalen, las ONG internacionales, como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y Care, así como los científicos amigos de las empresas, han desempeñado un papel importante en el proceso de la Cumbre.

Q. PERO LOS ORGANIZADORES DE LA CUMBRE HAN HABLADO DE LO PARTICIPATIVA QUE ES LA CUMBRE, Y DE QUE TODO EL MUNDO PUEDE UNIRSE Y DAR SU OPINIÓN. ¿NO ES ESO CIERTO?

Lamentablemente, no. Los organizadores de la Cumbre hablan de boquilla de la participación y la inclusión, pero para evaluar realmente esa afirmación, debemos preguntarnos cómo es la verdadera participación.

Si la verdadera participación consiste en tener voz y voto en el establecimiento de la agenda, entonces la Cumbre no fue participativa. Los grupos campesinos e indígenas, así como otras organizaciones de la sociedad civil y los movimientos sociales, han quedado al margen del proceso de establecimiento de la agenda de la Cumbre y sus soluciones a los problemas del sistema alimentario han sido dejadas de lado.

Si la participación se ve como una respuesta a las preocupaciones de millones de pequeños productores de alimentos, trabajadores y pueblos indígenas, entonces la Cumbre no es participativa. Las organizaciones de la sociedad civil enviaron cartas con más de 500 organizaciones firmantes en las que expresaban su profunda preocupación por el nombramiento de la Enviada Especial para la conferencia y no recibieron respuesta de sus organizadores. El Mecanismo de la Sociedad Civil y los Pueblos Indígenas (MSC) ha propuesto acciones concretas para que la cumbre se base en los derechos humanos, pero no se ha modificado su curso.

Si la participación consiste en hacer que el enlace de una sesión esté abierto para que cualquiera pueda "asistir" y "participar" libremente, entonces la Cumbre es seguramente participativa. Pero esa es una interpretación completamente errónea de la participación. Ignora que las diferentes partes interesadas que se reúnen son diferentes en cuanto a su poder, intereses, derechos y obligaciones. Esta forma de "participación" se opone a un enfoque de derechos humanos en el que los más afectados deben estar en el centro de la toma de decisiones y los gobiernos deben rendir cuentas a sus ciudadanos y hacer responsables a las empresas de sus violaciones de los derechos humanos. Grupos de todo el mundo exigen algo mejor.

Q. ¿POR QUÉ ES TAN PROBLEMÁTICO QUE LAS EMPRESAS SEAN EL CENTRO DE LA CUMBRE? LES GUSTE O NO, ¿NO TIENEN UN PAPEL IMPORTANTE EN LOS SISTEMAS ALIMENTARIOS?

No es un problema que las empresas estén presentes en la conferencia; son parte interesada en el sistema alimentario, para bien o para mal. El problema es que la Cumbre está organizada para servir a los intereses de las grandes corporaciones a expensas de los derechos de las personas y comunidades de todo el mundo que están más afectadas por el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición, incluyendo especialmente a los pequeños productores de alimentos, los pueblos indígenas y los trabajadores agrícolas y alimentarios.

Los funcionarios del gobierno y de la ONU han permitido que las empresas sean el centro de la cumbre, basándose en la creencia de que las empresas transnacionales son esenciales para el suministro de alimentos, ya que tienen más capital, tecnologías e infraestructuras que la mayoría de las naciones.

También se basa en la creencia de que sus intereses están alineados con el interés público, lo que lamentablemente no es cierto. Los gobiernos pierden y ceden voluntariamente su poder a las corporaciones y esto les sitúa, a ellas y a sus productos, en el centro de la solución de los problemas que ellos mismos han contribuido a crear.

A largo plazo, las "soluciones" propuestas en la cumbre empeorarán los problemas globales a los que nos enfrentamos porque están incrustadas en las ganancias corporativas y se basan en una comprensión del sistema alimentario mundial impulsada por las empresas. Las principales soluciones que se proponen en la Cumbre están basadas en la tecnología: semillas híbridas, agroquímicos, agricultura de precisión, big data y biotecnología. Estas soluciones no mitigarán el cambio climático, el hambre o los conflictos sociales y políticos; de hecho, aumentarán las desigualdades entre países, empujando a más personas a la pobreza. Priorizar los deseos de un pequeño grupo de poderosas corporaciones y sus beneficios sobre las necesidades de las personas es el problema esencial de la Cumbre de Sistemas Alimentarios de la ONU.

Q. ¿NO SE TRATA DE UN SOLO EVENTO? ¿POR QUÉ LA GENTE ESTÁ TAN MOLESTA?

La Cumbre sobre Sistemas Alimentarios de la ONU, por desgracia, no es solo un evento. La Cumbre es un intento de sentar las bases para las próximas décadas de la política alimentaria. Cambiará la narrativa, establecerá marcos y dirigirá la financiación en los años venideros.

Los preparativos para la cumbre han estado en marcha desde 2019, creando nuevas estructuras que eluden los mecanismos existentes por los que la sociedad civil puede influir en los gobiernos. A través de estas nuevas estructuras, las empresas pueden aumentar aún más su control sobre la gobernanza del sistema alimentario.

Los organizadores de la Cumbre también intentarán importar los métodos de trabajo de la gobernanza de las múltiples partes interesadas de la Cumbre a los espacios existentes de la ONU, como el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA) de la ONU o la organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Si esta captura corporativa llega a dominar los espacios políticos, socavará aún más la democracia, la autodeterminación y la soberanía de los pueblos.

La Cumbre también tendrá muchas repercusiones a nivel nacional. Se anima a los Estados a que definan "vías nacionales" para la transformación de los sistemas alimentarios basándose en los resultados de la cumbre y a que se unan a las llamadas coaliciones de acciones que promoverán un mayor poder empresarial a nivel regional y nacional.

Así que no se trata sólo de un evento. Se trata de todos los pequeños cambios en la gobernanza multilateral que está provocando esta Cumbre, y de la preocupante cantidad de poder que está poniendo en manos de las empresas para decidir el futuro de nuestros sistemas alimentarios. Lo menos que podemos hacer es no dejar que esto ocurra en silencio.

Q. ¿QUÉ ESTÁN HACIENDO LOS GRUPOS QUE SE OPONEN A LA CUMBRE?

Más de 300 movimientos sociales y organizaciones de la sociedad civil de todo el mundo han convergido y creado la Respuesta Autónoma de los Pueblos a la Cumbre sobre Sistemas Alimentarios de la ONU. Durante la Pre-Cumbre de la ONU, a finales de julio de 2021, han organizado contramovilizaciones en línea y presenciales para denunciar la agenda de los sistemas alimentarios corporativos promovida por la UNFSS, pero también para defender el trabajo realizado durante los últimos 70 años para construir un espacio multilateral, democrático y cívico de derechos humanos que es la ONU.  En el marco de la lucha por una transformación real del sistema alimentario basada en los derechos humanos, la soberanía alimentaria y la agroecología, se están uniendo de forma solidaria y global para resistir el avance de la captura corporativa dentro de las Naciones Unidas. Si quieres unirte al proceso, expresa tu interés aquí.

Q. ¿QUÉ PUEDO HACER?

Lo primero que hay que hacer es comprender cómo los sistemas alimentarios nos conectan a todos. No podemos seguir creyendo que cuando hablamos de la necesidad de abordar el hambre, la explotación y la injusticia estamos hablando de alguien en algún país lejano. Esta Cumbre tendrá un impacto directo en la forma en que cada uno de nosotros tendrá acceso a los alimentos en el futuro; qué se cultiva, cómo se cultiva, y si seremos capaces de alimentar a todos los habitantes del planeta.

Lo segundo es escuchar a los más marginados por nuestro actual sistema alimentario, y encontrar soluciones enraizadas en sus experiencias. Uno de los principales problemas del enfoque de la Cumbre es que no tiene en cuenta que las propias comunidades son las que mejor saben cómo resolver sus propios problemas. En cambio, los prescriben desde fuera.

En tercer lugar, habla con tu gobierno, incluido el local. Debemos pedirles que protejan los espacios de política pública de la influencia de las empresas, que garanticen la participación significativa de los pequeños productores de alimentos y otros grupos más afectados por el hambre y la malnutrición, y que pongan en marcha políticas y otras medidas que apoyen y protejan los sistemas alimentarios locales que sostienen la naturaleza, contribuyen a la salud de las personas y fomentan la justicia social.

Habla de esto en las redes sociales. Sólo podemos desafiar las narrativas dominantes si un número suficiente de nosotros se compromete. Debemos resistir la captura corporativa y continuar luchando por el fortalecimiento de nuestras instituciones comunales y públicas, desde lo local hasta lo global, para que la soberanía alimentaria pueda florecer.

El peor resultado sería que esta Cumbre quedara sin respuesta en los medios de comunicación. Debemos unirnos para recuperar nuestra narrativa.

Mayor información:

https://www.foodsystems4people.org/?lang=es

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