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Hacia un planeta libre de pesticidas

En los últimos años ha surgido un movimiento que lucha para poner freno al aumento en el uso de pesticidas en la agricultura y aboga por una transición hacia métodos de cultivo más sostenibles que protejan tanto a las personas como al medioambiente

Estos asuntos se han abordado en tres de los principales informes de la ONU sobre sustancias tóxicas, derecho a una alimentación saludable y sistemas alimentarios, en vísperas de la Cumbre de los sistemas Alimentarios de la ONU.

FIAN Internacional ha contribuido activamente a este momento de cambio con un estudio realizado a partir de experiencias locales de todo el mundo. A través de un enfoque ascendente, La transición hacia sistemas alimentarios libres de pesticidas: Las luchas y la imaginación de los pueblos demuestra que el cambio hacia la agroecología está en marcha en muchas partes del mundo. Asimismo, el informe traza y presenta una serie de pasos concretos dirigidos a otras comunidades y a políticos, en un “documento de elementos” que pretende apoyar las acciones de incidencia destinadas a alcanzar un medioambiente libre de pesticidas.

Los pesticidas son responsables de 200.000 muertes graves por envenenamiento cada año. Una exposición prolongada a estos tóxicos puede desencadenar en enfermedades crónicas como cáncer, anomalías genéticas y daño reproductivo, incluyendo daños neurológicos. Los pesticidas Runoff contaminan los ecosistemas y agravan la pérdida de la biodiversidad – incluyendo la biodiversidad de la tierra, que puede desencadenar en un severo descenso del rendimiento de las cosechas, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria.

A pesar del daño que causan estos tóxicos, el uso de pesticidas se ha disparado en las últimas décadas alcanzando unos 3,5 millones de toneladas en 2020. El 75 por ciento del mercado de pesticidas de todo el mundo está en manos de seis mega corporaciones – Monsanto, DuPont, Dow, Syngenta, Bayer y BASF.

Sindicatos de trabajadores agrícolas, incluyendo la Unión Internacional de los Trabajadores y Trabajadoras de la alimentación, agricultura, hotelería, restaurantes, catering, tabaco y afines, y movimientos campesinos como La Vía Campesina han alzado su voz durante años contra el uso intensivo de pesticidas y contra su impacto negativo sobre la salud y el derecho a la alimentación y a la nutrición.

Los pesticidas juegan un papel fundamental dentro del sistema de producción alimentario mundial, contribuyendo en el aumento de las desigualdades, a la pérdida de la biodiversidad, a la destrucción de la soberanía de las comunidades sobre sus territorios y alimentando el colapso medioambiental. Este creciente uso pone de manifiesto el fracaso de los estados en el cumplimiento de sus obligaciones en materia de derechos humanos en relación con el derecho a una alimentación y nutrición adecuadas y otros derechos relacionados. Asimismo, los pesticidas son parte integral de un insostenible modelo agroalimentario controlado por las corporaciones y basado en monocultivos y mercados de exportación.

Ya en 2017, el Relator Especial de la ONU para el derecho a la alimentación y tóxicos hizo un llamamiento pidiendo el fin de este modelo:

“Si bien los esfuerzos puestos en marcha para frenar y regular apropiadamente el uso de pesticidas son un paso fundamental en la dirección correcta, el método más efectivo y a largo plazo para reducir la exposición a estos tóxicos químicos el abandono total de la agricultura industrial”.

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