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Grupos de la sociedad civil y los pueblos indígenas exigen una respuesta política coordinada a nivel mundial para hacer frente a la crisis alimentaria

Sólo si estas crisis se entienden de forma integral y sistémica, podrán superarse. Se necesita urgentemente una transformación profunda del sistema alimentario mundial y del modelo económico, basada en los derechos humanos.

El sistema económico y alimentario dominante está provocando múltiples crisis que se ponen de manifiesto en las continuas y múltiples crisis alimentarias, el catastrófico cambio climático, las emergencias de salud pública y los niveles cada vez más altos de pobreza y desigualdad. Es la principal conclusión de un informe presentado hoy por el mayor espacio internacional autónomo de organizaciones de la sociedad civil y de los pueblos indígenas que trabajan para erradicar la inseguridad alimentaria y la malnutrición. Sólo si estas crisis se entienden de forma integral y sistémica, podrán superarse. Se necesita urgentemente una transformación profunda del sistema alimentario mundial y del modelo económico, basada en los derechos humanos.

Titulado Voces desde los territorios 2: soluciones transformadoras a las crisis alimentarias sistémicas mundiales, el informe sintetiza las propuestas y recomendaciones que surgieron de una consulta popular global llevada a cabo por el Mecanismo de la Sociedad Civil y los Pueblos Indígenas (MSCPI) en 2022 sobre los impactos del COVID-19, los conflictos y las crisis sobre el derecho a la alimentación y la soberanía alimentaria. La consulta, que se llevó a cabo mediante un cuestionario en línea y 20 horas de sesiones por videoconferencia, recogió 539 contribuciones de 63 países de todo el mundo, en tailandés, árabe, urdu, filipino, ruso, portugués, español, francés e inglés.

El principal mensaje que surgió de las consultas es que la soberanía alimentaria basada en la agroecología proporciona la solución más sostenible a estas crisis. Garantiza el derecho a una alimentación sana y culturalmente apropiada, producida con métodos ecológicos y sostenibles.

El informe ha sido publicado en vísperas de la 50a sesión plenaria del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA) de las Naciones Unidas, en la que los gobiernos debatirán las políticas públicas que pueden transformar eficazmente los sistemas alimentarios mundiales. El CSA es el único foro multilateral inclusivo existente en el que las diferentes dimensiones de la crisis alimentaria mundial pueden ser puestas en común en un marco de derechos humanos.

Según el informe, el CSA debería orientar a los gobiernos sobre cómo abordar la crisis alimentaria a nivel nacional, dar directrices sobre cómo debe dirigirse la financiación y qué cuestiones de política internacional deben abordarse. El CSA también debería establecer un mecanismo de seguimiento que incluya voces desde las comunidades más afectadas por el hambre y la malnutrición, con el apoyo del Grupo de Alto Nivel de Expertos (GANESAN), que pueda prever y ayudar a prevenir futuras crisis.

El informe fue elaborado por el Mecanismo de la Sociedad Civil y de los Pueblos Indígenas (MSCPI) para las relaciones con el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA) de las Naciones Unidas e incluye las voces de los pequeños productores de alimentos, los pueblos indígenas, los trabajadores, los pueblos sin tierra, los que sufren de inseguridad alimentaria urbana, los consumidores, las mujeres y los jóvenes.

Contacto para medios de comunicación: marion.girard.cisneros@csm4cfs.org y betsy.diaz.millan@csm4cfs.org y cordova-gonzales@fian.org