Una zona rodeada de barrios residenciales en la Bahía de Claxton en la costa oeste de Trinidad y Tobago es el destino de una fábrica de acero que se planea construir en un futuro próximo. Para proporcionar la infraestructura de transportes necesaria habrá que construir también un puerto de gran envergadura. Inevitablemente este puerto amenaza con destruir el sensible entorno natural que proporciona el sustento a 150 pescadores y sus familias. Además, la fábrica muy probablemente expondrá a miles de personas a una fuerte contaminación y amenaza con generar un impacto negativo sobre las cosechas.