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Se duplica el presupuesto del sistema interamericano y se hace historia

Los Estados miembros de la OEA duplican los recursos destinados al sistema Interamericano de derechos humanos asegurando así su autonomía e independencia.

La Asamblea General de los Estados miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) adoptó sin oposición alguna la resolución de duplicar los recursos del Fondo Regular que se destinan a los órganos del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, que comprende la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH.)

Tal y como señalan la Corte y la Comisión en una reciente declaración, esta resolución es un primer paso para modificar la situación actual, en que la Comisión y la Corte dependen excesivamente (la mitad de su presupuesto) de donaciones y contribuciones financieras voluntarias. Por su naturaleza, estas donaciones son variables e impredecibles, lo cual presenta dificultades para una planificación adecuada y para el desarrollo sostenible de sus funciones y mandatos. 

El año pasado la Comisión enfrentó la peor crisis financiera de su historia, llegando incluso a enfrentar el riesgo de tener que despedir al 40% de su personal. La Comisión, que tan sólo recibía el 6% del presupuesto de la OEA,  logró superar la crisis del 2016, gracias a contribuciones voluntarias de fundaciones privadas, Estados miembros y no miembros, que incluían a instituciones como la Unión Europea.

Angélica Castañeda, coordinadora de América Latina apunta que la aprobación de la resolución es un hito histórico “para asegurar la soberanía de los pueblos sobre los mecanismos institucionales de derechos humanos”. Castaneda apunta que esta decisión es un gran paso para asegurar la independencia financiera y política del sistema interamericano, pues no se verá obligado a recibir contribuciones financieras de fundaciones ni del sector privado, incluyendo corporaciones transnacionales. “La financiación privada de instituciones responsables de la gobernanza y las políticas públicas ya ha demostrado no sólo la influencia indebida que algunos sectores privados poderosos mantienen sobre la toma de decisiones públicas, sino también cómo algunos espacios democráticos han sido arrebatados de las manos de los ciudadanos y ciudadanas,” concluye.

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